Reinado de la Divina Voluntad.
Durante la santa Misa dominical en la Iglesia Catedral se me presentó una visión interior:
Estaba el Cielo, con dos colores que sobresalían, azul profundo con esferas, algo parecido a las estrellas que comprendía que era el firmamento.
En el centro un gran aro luminoso se abrió y dentro del globo de luz estaba Nuestro Señor, con las manos abiertas, vestido de blanco, un cinturón de color celeste muy claro, con las Sagradas Llagas en sus manos y pies.
El Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús dijo:
Quiero que mi Sagrada Voluntad reine en cada alma, cada espíritu, cada esencia, que el alma se compenetre profundamente en mi Divino Querer.
Manuel:
Después del mensaje la visión terminó.
Con esto, el alma debe aprender y comprender que la Divina Voluntad es una misión sublime a la que hemos sido llamados a una unión íntima, fraterna con el Padre, sumergiéndose en su Divino Querer en cada momento, como lo hizo y lo hacen Jesús, María y José.
Que la Divina Voluntad reine en cada alma. Así sea.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima sin pecado original concebida.