Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de mi amado Hijo Jesucristo.
Mis amados hijos, deseo que comprendan que nuestros Sagrados Corazones han sido profetizados desde la creación del mundo como remedio saludable para las almas. Yo, la Inmaculada, con mi descendencia: Jesucristo, el Hijo de Dios y mi Hijo, vencemos a Satanás y traemos la paz del Padre al corazón del hombre1.
Hijos amados, el Apostolado, que es la extensión de la unión de nuestros Dos Corazones hacia los hombres, es una Obra de amor, de reconciliación, de paz y de sanación para el mundo2.
Que todos mis hijos se vuelquen a esta alianza para que el perdón, la paz, la reconciliación y el amor reine en el corazón de todos los hombres.
Mi Apostolado, hijos amados, es una obra de misericordia para el mundo herido3.
Los bendigo con la alianza de nuestros Dos Corazones.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
- Génesis 3, 15 Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza.
- Miquéas 7, 18-20
- ¿Qué Dios hay como tú, que perdone el pecado y absuelva al resto de su heredad? No mantendrá para siempre su cólera pues ama la misericordia;
- volverá a compadecerse de nosotros, destruirá nuestras culpas y arrojará al fondo del mar todos nuestros pecados!
- Y mantendrás tu fidelidad a Jacob y tu amor a Abrahán, como juraste a nuestros antepasados, desde los días de antaño
3 Hechos 3, 18-19
17 «Ahora bien, ya sé, hermanos, que obraron por ignorancia, lo mismo que sus jefes. 18 Pero de este modo Dios cumplió lo «que había anunciado por boca de todos los profetas: que su Cristo había de padecer. 19 Arrepiéntanse, pues, y conviértanse* para que sus pecados sean borrados, 20 a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que les estaba predestinado, a Jesús,
