18 de septiembre de 2014 –LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

18 de septiembre de 2014 –LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

El retorno de mi Hijo Jesús.

Queridos hijos:

Vengo nuevamente a anunciar el próximo retorno –en Gloria y Majestad– de mi Hijo Jesús, el Cristo Rey del Universo; y el Reinado de mi Doloroso y Materno Corazón.

Querido hijo:

Quiero explicarte el significado del Escapulario que se te ha entregado. Su color marrón significa que toda la vida de nuestros Sagrados Corazones Unidos fue una vida de sacrificio y penitencia, de dolor y expiación. Todo el Escapulario es de este color, significando que cargáis los 33 años de vida de mi Hijo en la tierra sobre sus hombros, y, como mi Hijo, debéis dar testimonio de amor a Dios. 

La Cruz Blanca, hijo mío, significa vuestra redención, además, es una señal de estos tiempos. Es la señal que alumbrará el cielo. Es la gran señal prometida a santa Faustina. Es la Cruz del Triunfo.

Ya no es el leño seco del Calvario, es el leño verde y glorificado. Jesucristo resucitado que viene conmigo al mundo. Es la cruzada de amor, es la señal prometida en mis santuarios marianos. Significa que debéis ser ustedes los nuevos Cristos de la humanidad. Esa Cruz es la señal que guiará a mi Ejército Mariano.

El Corazón, atrás, es mi Corazón Doloroso e Inmaculado traspasado por la espada de dolor, dolor que es causado por la pérdida de tantas almas, atrás porque Yo soy la Esclava del Señor. La Gota de Sangre que derramo es la gracia de mi Corredención. 

Hijos, con este Escapulario seréis los apóstoles de los Últimos Tiempos: anunciado en La Salette, profetizado por mi hijo san Luis Grignion de Montfort. El Escapulario será el escudo espiritual para las almas. 

Yo les amo y les he traído este tesoro del Cielo para cada alma. Soy Madre que vela por sus hijos. Soy la Dama Blanca de la Paz, Corredentora del mundo.

Les amo y les bendigo.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Ave María Purísima, sin pecado original concebida. 

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