Tu corazón pequeño y enfermo hace mucho por mi Gloria.
Pequeño:
Todos tus sufrimientos están en mi amada Cruz. Tus sufrimientos unidos a los míos no son desperdiciados, si no que ganamos gracias de amor empezando por ti mismo.
Te he dado mi Cruz a edad muy temprana, pero debes saber, bienamado, que mi Cruz solo la doy a las almas que escojo para que compartan conmigo mi pasión. Tu enfermedad de niño me glorificó; y tu bautismo confirma la grandeza del sacramento, ya que, tú eres testigo de que, por medio de los sacramentos, Yo sano.
Tu corazón, pequeño y enfermo, hace mucho por mi Gloria. Sí, hijito, sufres, pero el sufrimiento te santifica.
Ten mi paz. Te amo y te bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima sin pecado original concebida.