Clamen por un Nuevo Pentecostés.
Querido mío, clama al mundo, clama por las almas al Padre para el advenimiento de un Nuevo Pentecostés, que las almas tibias e indiferentes se vuelvan fervorosas.
Cómo deseo que el mundo se incendiara en la Llama Ardiente que arde en mi Sagrado Corazón y en el Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
En esta Llama, Satanás será fulminado y junto con él, sus secuaces que han perturbado millones de almas[1].
Humanidad, a través del último y el más querido apóstol de Nuestros Sagrados Corazones Unidos, te invito a que ores sin cesar. Primero aleja de tu corazón al pecado, a los ídolos, al dinero, al placer, al poseer[2], para que Dios Espíritu Santo actúe en tu corazón. Reconstruye tu casa sobre la roca firme de mi Sagrado Corazón[3].
Humanidad deseo encenderte en el Fuego del Nuevo Pentecostés. Prepárate para el tiempo que llega[4].
Conversión, penitencia, arrepentimiento son las llaves que abren el cofre bendito de mi Sacratísimo Corazón. Cuando las almas contemplen, una vez más, mi Gloria y Poder, quedarán prendidos de mi majestuosidad.
En el Nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
[1] Apocalipsis 12, 17
[2] Proverbios 4, 23
[3] Sn Lucas 6,48
[4] Sn Mateo 16, 3