Mi Corazón, es una Fuente de Caridad. Acérquense a esta Fuente y beban, para que su sed y fatiga sean transformadas en gozo y descanso.
Beban de esta Fuente para que el odio, el rechazo, los celos, la envidia, sean eliminados con esta Agua de Gracia. Beban de esta Fuente para que sus corazones, de una forma verdadera, dejen a un lado la dureza.
Porque, ustedes, no saben lo que Yo sufro, y ningún ser humano es capaz de sufrir Mi Dolor. No se imaginan la grave Herida que ustedes me hacen a Mí, cuando faltan a la caridad, al amor, a la prudencia, a la paz. Mi Corazón es rasgado, terriblemente, cuando pecan contra el Amor.
Pequeños, no se vanaglorien diciendo, que me conocen ¡no!, porque el alma que me conoce guarda silencio, ora, adora, contempla, ama mucho y sirve a todos.
Quiero que me conozcan de verdad, pero necesitan un cambio profundo, porque si no dejan su humanidad, sus sentimientos, sus apegos, a un lado, Yo no puedo transformarlos, llenos de tantas cosas del mundo. Yo los necesito vacíos para poder llenarlos con la Fuente de Mi Gracia; vacíos para que reciban todo lo que quiero entregarles; pequeñez, sencillez, humildad.
Esos que viven estas virtudes, esas almas que se hacen pequeñas, heredarán Mi Reino. Yo les digo esto porque los quiero en Mi Reino, les amo.
Les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.