Queridos hijos, Mi Corazón Inmaculado se abre a las súplicas y a los sufrimientos de Mis hijos en todo el mundo. El mundo está lleno de dolor, de tristeza, falta de fe, y la falta de esperanza domina los corazones.
Queridos Apóstoles de Nuestros Sagrados Corazones, sean luz en este tiempo; que los hombres vean en ustedes la confianza y la serenidad en el Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos hijos, en estos tiempos, muchos están atribulados, confundidos, con mucha falta de fe, de confianza, de amor. Les pido que oren por el mundo, que oren por todos los pueblos que están en su tribulación, que oren por su propia nación.
Hijos Míos, en este tiempo, lo importante es orar, reparar, y consolar al Sagrado Corazón de Mi Hijo. Oren, hijos Míos, esa es vuestra misión: Orad por la Iglesia, que está sufriendo; orad por vuestros hermanos, que están sumidos en calamidades, tinieblas, y tribulaciones; orad por vosotros mismos, para que sean fieles, para que comprendan Mi Mensaje, para que amen de verdad a Jesús.
Hijos Míos, oren, desde Mi Corazón Inmaculado; ofrézcanse, también, por la humanidad. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.