Cuando triunfemos y reinemos.
Sólo hasta que triunfemos y reinemos, los corazones de los hombres serán capaces de obedecer mis mensajes que, a lo largo de esta historia humana, hemos entregado a almas escogidas.
Después del Gran Pentecostés[1][2] que vendrá después del Gran Aviso2, los hombres responderán; y, con los mensajes[3] que entregamos se guiarán hacia el Triunfo y Reinado de Nuestros Sagrados Corazones Unidos.
El Reino de María se implementará en la tierra con la lucha de los apóstoles de los Últimos Tiempos y de los Sagrados Corazones Unidos.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
[1] Sn Juan 14, 15-18. Carta a los Tesalonicenses 5, 19-21
[2] Corintios 13, 4-13
[3] Todo verdadero mensaje o revelación del Señor está en conformidad con las Sagradas Escrituras.
Amos 3, 7