Pequeña víctima de mi Sagrado Corazón Eucarístico:
Con el Apostolado, la Obra Magna de mi Sagrado Corazón, ha iniciado en la humanidad el Tiempo de los Dos Testigos, la Era de la Mujer Vestida del Sol y del Cordero. Nuestros Dos Sagrados Corazones Unidos, desde la Creación del mundo, fueron profetizados como los Dos Testigos por excelencia del Padre Misericordioso.
En el gran misterio de la Transfiguración aparecen a mi lado las dos prefiguras de los Dos Testigos: Moisés y Elías.
Hijo, mi pequeña nada, Moisés representa a la Iglesia en su ministerio y Elías representa a la profecía y al Fuego del Amor Divino.
Yo, como Sumo Sacerdote y mi Santa Mamá como Reina de los Profetas somos estos Dos Testigos por excelencia, que ya estamos predicando al mundo a través de estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión.
Hijito mío, ofrécete y ora para que las almas escuchen nuestros Dos Corazones.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.