Hijos de mi Castísimo Corazón:
Deseo trasmitir mi Llamado de Amor y Conversión a la luz del mensaje que nuestra Señora dio en La Salette.
En estos tiempos, hijitos, hay muchos profetas de los cuales muy pocos son del Cielo. Los otros falsos profetas, que se han multiplicado en este siglo, sólo quieren desviar, desorientar y confundir al pueblo de Dios.
Muchos hablan en contra de Pedro, el Papa. Otros hablan en contra de la Iglesia. Otros sólo hablan para confundir.
Queridos hijos:
Cuando un auténtico profeta viene del Cielo las señales que lo acompañan son la persecución, el odio y la cruz.
Un auténtico profeta no desviará la atención de lo más importante: vivir el Mensaje, vivir el Evangelio.
Hijos queridos:
Disciernan mucho, oren constantemente. Están viendo señales denominadas milagrosas, tantas cosas extraordinarias, tengan cuidado. Una auténtica señal del Cielo es: la insistencia a vivir los Mensajes.
Dios no quiere tantos emocionalismos, ni fanatismos, ni demostraciones sorprendentes. Algunas veces lo ha hecho para demostrar la verdad de sus pequeños siervos.
Pero ahora, hijos, lo importante es obedecer, obedecer los Llamados de Amor y de Conversión dados en este pequeño Pesebre de los Últimos Tiempos y el Evangelio de Jesucristo, son vuestra guía.
Estén atentos a la Luz y a la Voz del Espíritu Santo. Oren, oren sin cesar, y no se dejen robar ni la alegría ni la paz.
Como el Patriarca de Nazaret los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén