Alabado y adorado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesucristo.
Amados hijos, para comprender la importancia y la seriedad de nuestros Últimos Llamados de Amor y de Conversión son, obligatoriamente, necesarias dos disposiciones del corazón y de la voluntad: agradecimiento y contrición.
Sólo un corazón humillado ante Dios y agradecido por el amor misericordioso es el que está abierto. Con estas dos actitudes, de almas necesitadas y agradecidas, pueden vivir las intenciones de Nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Y, poniendo en práctica los Últimos Llamados de Amor y de Conversión, viven la Divina Voluntad. Pues toda esta revelación: La Obra Magna de Nuestros Sagrados Corazones, el Apostolado y los Últimos Llamados de Amor y de Conversión son parte del plan de salvación para los Últimos Tiempos. Y esta Obra es una propagación del Evangelio y de la doctrina de la Iglesia para que todos los hombres, teniendo un camino concreto a través de la espiritualidad del Apostolado, también sean partícipes de la Alianza de Nuestros Corazones.
Con amor maternal los amo y los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.