Heraldo del Reino de los Sagrados Corazones y del Espíritu Santo:
Por medio de ti, nosotros, la Santísima Trinidad, estamos dando a la humanidad un Himno de amor y de paz. Por medio de este Himno, que son los Llamados de Amor y de Conversión, queremos mover muchos corazones al arrepentimiento y a una vida de santidad, reparando y consolando al Corazón Eucarístico de Jesucristo.
La paz en el mundo está también condicionada:
• A la conversión del mundo mismo.
• Y a la apertura al Santo Evangelio.
• Y, que en los Llamados de Amor y de Conversión se está anunciando la gran promesa del Reino del Corazón de Jesús.
¡Si el mundo escucha habrá paz!
Yo, el Espíritu Santo los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.