21 Junio 2017 – Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José

21 Junio 2017 – Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José

Mi amante Corazón vivió del silencio y del servicio en Nazaret. Con Jesús y con María vivía de la contemplación de Dios. Me vivía llenando del Amor de Dios. Y este Amor de Dios transformó mi Corazón, este Amor de Dios que, desde muy pequeño, en mi casa paterna, me hizo practicar la humildad, el anonadamiento, el silencio.

Sepan, queridos hijos, que Yo, vuestro Padre San José, en mi casa paterna, fui humillado por mis padres y hermanos, fui rechazado, siempre fui dejado a un lado. Pero entendí que eso lo permitió el Señor, porque esos sufrimientos cultivaban en mí gracias para mi futura vocación: ser Padre Nutricio del Dios Vivo.

Es por eso, que ahora, así como el Corazón Doloroso e Inmaculado de María es el camino que los lleva a Dios, mi Casto y Amante Corazón es el camino que los lleva al servicio de Dios. Aprendan de la humildad. Aprendan del ocultamiento. No hablen de ustedes mismos. No se alaben a ustedes mismos. Si van a hablar de ustedes que sea de sus pecados, de sus defectos, y del inmenso perdón que Dios ha dado a sus almas.

Libérense del ruido y del querer ser escogidos, amados. No, hijos, el camino de Dios es el camino de la humildad, el camino del ocultamiento, el camino de la renuncia total.

Y cuando de verdad se hayan encontrado con este Amor de Dios verán, hijitos que, hasta su forma de hablar, de mirar, de actuar, hasta el más mínimo respiro y latido de su corazón, dará testimonio del Amor que experimentan de Dios. Porque el hombre sólo expresa lo que hay en su corazón y si su corazón se llena de Dios manifestarán a Dios.

Sean siervos. El siervo no hace más de lo que debe hacer. Humildes. Silenciosos. De corazones puros, de mirada limpia, de acciones nobles. Así manifestaran, así mostraran, el Amor de un Padre Amoroso.

Yo intercedo por ustedes. Les bendigo como San José Obrero, silencioso y oculto.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.