Almas:
Ustedes deben comprender la Obra que mi Corazón Eucarístico está realizando en estos tiempos.
Les ha sido entregado, no solo un nombre, sino que se les ha llamado a unirse a la Eterna Alianza de mi Sagrado Corazón Eucarístico con el Doloroso e Inmaculado Corazón de la Mamá Celestial.
Su nombre es: ser apóstoles. Su camino es: el Apostolado.
Comprendan queridos hijos:
Que en la espiritualidad de los Dos Corazones se encuentra la renovación de TODO. No ignoren más nuestras últimas advertencias de Amor que nuestros Dos Corazones dirigen a la humanidad.
Profundicen, queridos hijos, en la grandeza de nuestro Apostolado. Lean y mediten el Capítulo 2 del Libro del Génesis.
Con mi Sagrado Corazón Eucarístico, el último título de su Redentor en la historia de la Iglesia y la salvación, Yo los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Y ahora, este Camino, en estos Últimos Tiempos, se abre para todas las almas por medio de mi Casto y Amante Corazón.
Es en este Camino Josefino que se unirán a los Corazones de Jesús y de nuestra Señora.
Mediten este Llamado de Amor y de Conversión unido al Capítulo 1 del Libro del Génesis. Abran sus oídos y sus corazones.
Los bendigo como el Gran Patriarca de los Últimos Tiempos.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.