Mi brazo, ya no se puede contener
Querido hijo:
Yo Soy. Mi brazo ya no se puede contener por la tanta impureza, tanta injusticia en mi creación, tanta maldad en el corazón de los hombres.
El hombre, hijito mío, no quiere entregarse a Mí. Tú en cambio entrégate a Mí, tú eres todo mío. Consuélame.
Yo, vuestro Padre, te ama.
Amén.
Ave María Purísima sin pecado original concebida.