Fátima, Consagración de Portugal.
Mis queridos hijos, que en sus corazones reine la Paz de Mi Hijo. Pequeños, el Reino Glorioso de Paz se está fecundando desde la Adoración Eucarística y la Consagración a Mi Corazón Inmaculado; y el Espíritu Santo, y Mis Santos Mensajes a la Luz de la Palabra de Mi Hijo, hacen de ustedes, la tierra fecunda que dará mucho fruto. Si permiten que el Sembrador trabaje en vuestra tierra, habrá una abundante cosecha de Amor Divino para el mundo entero.
Queridos hijos, es muy importante su docilidad. El cielo implora a los pequeños apóstoles de estos últimos tiempos que ayuden a vuestra Madre a apresurar el cumplimiento de las Promesas para estos tiempos. Es necesario, que al tomar el arado no miren para atrás.
Pequeños, sean colaboradores con Nuestros Sagrados Corazones, ustedes necesitan de Vuestra Madre y Vuestra Madre necesita de ustedes para glorificar y realizar las Obras de Mi Hijo.
La Peregrinación apenas está comenzando porque debéis llevar Mi Palabra al mundo entero y siempre los reuniré en un Cenáculo de Amor porque necesito que se formen, que maduren, que crezcan, en el Espíritu, porque el Cielo necesita ahora mas que nunca Heraldos del Reino, y Vuestra Madre los prepara y los continuará preparando. Sean dóciles, sean obedientes, y tengan fe. Mi Hijo Jesús y Yo, vuestra Madre, lo haremos todo, para la mayor Gloria de Dios y la salvación de las almas y para el bien espiritual de la Iglesia de Mi Hijo.
Oren y estén atentos a Mis Llamados de Amor y Conversión. Los estoy preparando para que sean peregrinos del Amor de Jesús y de María en el mundo.
Les doy Mi Bendición Maternal. Glorifiquen a Mi Hijo. Con cariño de Madre bendigo todos los objetos religiosos, pero les pido: sean muy piadosos y fervorosos con la bendición de los sacerdotes. Los llevaré donde más necesitan de Mi Presencia Maternal.