Hijos de Mi Sagrado Corazón, revelo Mi Corazón, el manantial del Amor y de la Misericordia. En Mi Corazón Santísimo están reunidas todas las Gracias, todas las Bendiciones, todos los Dones que proceden del Padre y del Espíritu Santo, y Yo, como Hijo, guardo estos Tesoros en Mi Sagrado Corazón, como perfecto Abogado y Mediador de las criaturas y del Creador.
Pequeños, cuando adoran Mi Corazón adoran Mi Humanidad, porque Yo, Jesús, amé con Corazón de carne, amé con Corazón humano. Cuando adoran Mi Sagrado Corazón, también, adoran Mis sentimientos, adoran Mis afectos, adoran Mis deseos, Mis angustias, Mis dolores, Mi sufrimiento.
Cuando adoran Mi Sagrado Corazón adoran al Dios hecho carne, al Dios Hombre, al Dios Hijo, que por obra del Espíritu se encarnó en la Inmaculada Virgen y se entregó a la Cruz por Amor a cada uno de ustedes.
Todos tienen el precio de Mi Sangre derramada y de Mi Corazón abierto. Cuando adoran Mi Sagrado Corazón adoran toda Mi Persona, humana y divina, por eso, cuando adoran Mi Corazón, Me consuelan, reparan y alivian Mis sufrimientos.
¡Sean verdaderos reparadores y adoradores de Mi Sagrado Corazón! Con Amor Misericordioso los bendigo: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.