23 Septiembre 2015 – Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José

23 Septiembre 2015 – Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José

Sean verdaderos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos

Queridos hijos de mi Amante y Casto Corazón, les amo y les bendigo.

Queridos hijos:
Están en el tiempo de una gran batalla espiritual donde el ejército de las tinieblas (los hijos del padre de la mentira) lucha contra los justos y los humildes, contra los apóstoles de los Últimos Tiempos y de los Dos Corazones de Jesús y María.

Queridos hijos, la Iglesia se está estremeciendo desde sus cimientos. El Papa Francisco y Benedicto XVI están sufriendo mucho y el Cielo llama y urge a los hijos de María para que defiendan la Iglesia, donde está el Ejército de Jesús y de María, para que luchen por la Iglesia.

Queridos hijos, les animo a que no se dejen vencer por las tinieblas y la tibieza espiritual porque ya están en el momento de la batalla.

Queridos hijos, les animo, no se dejen vencer por las tinieblas. El Espíritu Santo me está enviando en este momento a que les haga conscientes de su misión. Son soldados escogidos y se les está confiando mucho, y al que mucho se le confía, mucho se le exigirá.

Queridos hijos, están protegidos por el Corazón Inmaculado de mi amada Esposa, deben darlo todo por el Todo, sin miedo, sin desconfianza al principio de la misión. Yo también dudé, me perturbé, pero el Espíritu Santo me confirmó que todo era una Obra de Dios.

Por eso, queridos, oren y trabajen en este pequeño rebaño, porque Dios va a actuar en la Iglesia y en el mundo, desde lo oculto.

Permanezcan en lo oculto para cuando llegue el momento de que vayan a iluminar toda la tierra con estas últimas palabras. Que como apóstoles de los Dos Corazones y de los Últimos Tiempos, resuciten a la Iglesia y así traigan un Nuevo Pentecostés. Y nunca tengan miedo, nunca se dejen perturbar por la desconfianza, por la impaciencia o por la falta de paz porque estos son elementos que ocupa (usa) el enemigo de las almas para alejarlos de la tranquilidad y del amor del Señor, que son los signos vivos de que el Espíritu Santo está con ustedes.

Hijitos, háganse conscientes de que son soldados, de que son Ejército. Y a ustedes les va a corresponder, en su momento, en la hora de Dios, conquistarán el mundo.

Les estamos preparando, siempre vengan a nuestro encuentro porque cada día que se termina, damos gracias, dones y carismas para la gran batalla espiritual.

Ora por la unidad del Cuerpo Místico de Cristo. Ora para que los apóstoles de los Últimos Tiempos sean un solo Ejército. Se les ha confiado mucho, porque se les ama mucho.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.