El Padre Pio está aquí.
Mis queridos hermanos y hermanas, les invito a mirar al Crucificado con amor. Mediten en la Pasión de Jesús, contemplen los clavos. Vean la Santa Cruz y contemplen en Ella la Sangre derramada, por Amor a la humanidad, de Jesús el Señor. Sientan en su corazón los Dolores del Crucificado y vean a través de los Ojos del Amado. Vean los corazones de los hombres y no condenen ni juzguen. Vean los corazones de los pobres pecadores, no los rechacen, oren por ellos.
Oren por las personas que les causan daño y ámenlas en la oración. Perdonen en la Cruz, vivan en la Cruz, amen la Cruz. No teman al Misterio del Calvario, porque en el Calvario está la salvación del mundo. Y cuando la Cruz triunfe, triunfará en lo alto de la creación. Y levantada por la excelsa Madre de Dios, triunfará también Su Corazón Inmaculado.
Hermanos y hermanas, para llegar al Reino final del Santísimo Sacramento del Corazón de Jesús, es necesario primero que vivan ahora en el Reino de la Palabra de Dios. Vivan el Reino de la Sagrada Escritura y conozcan las Palabras del Padre. Pónganlas en práctica. Amen y sean santos, y viviendo la Palabra de Jesús podrán vivir su Divina Voluntad manifestada en la Cruz.
Abracen y besen la Cruz. Adoren, amen y mediten en las Llagas del Amado, Jesús Eucaristía. No tengan miedo al misterio del Amor Crucificado. Sean santos que para eso están en el mundo, para ser santos.
Les doy mi bendición sacerdotal. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.