25 Julio 2014 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO Y EL CORAZON DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

25 Julio 2014 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO Y EL CORAZON DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Comentario del instrumento: En este día, en el Cenáculo de Oración, se hizo presente el Padre Eterno y Nuestra Santa Madre. 

El Padre Eterno dice:

Yo Soy el que Soy. Quien los ha creado.

Yo alivio a mis hijos de todo dolor y en mi Eterno Corazón los acojo. Mi Luz se derramará si oran más y se sacrifican. La oración no es rutina, es un diálogo amoroso y transparente conmigo, su Dios.

Hijo, recuerda a mi Hijo Jesús que oraba toda la noche, Él lo hacía porque su amor por Mí es infinitamente grande.

Hijos oren, oren más y oren siempre. Orando sin cesar, el mundo será purificado y por lo tanto les pido que me escuchen en la Sagrada Escritura. Busquen así mi Luz y Amor. 

Yo soy Yahvé el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios de Abraham, y los Profetas. En mi Corazón paternal sean benditos. Amén. 

La Santísima Virgen:

Querido hijo, hoy te habla tu Santísima Madre, Reina y Señora de Cielos y tierra.

Querido hijo, vengo con el Eterno Padre, recuerda que te dijimos que más gracias recibirías. A través de ti llamo al mundo a un pronto cambio. 

Mi hija Nicaragua sufrirá mucho. Yo insisto con oración y mi amor maternal por todos ustedes. 

Querido hijo, te he hablado del Quinto Dogma Mariano de María Corredentora, este Quinto Dogma Mariano protegerá al mundo de toda calamidad. Por eso, hoy, te entrego una nueva gracia desde el Cielo.

Hijo, mi cooperador, te entrego el Ave María clamando por la gracia de mi Corredención:

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

La jaculatoria es:

María, Corredentora de las almas y de la Iglesia, ruega por nosotros. 

Querido hijo, hoy te consagro como el apóstol de mi Corredención. A todos los cubro con mi Manto.

Les doy la bendición de mi Corredentor Corazón.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 

Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

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