La Iglesia el Cuerpo Místico, será purificada, para reedificarse gloriosa y nueva. Roma sede de San Pedro, será purificada, no deshecha sino reconstruida de nuevo (Efesios 5, 27), se pasarán por difíciles crisis morales y espirituales, abusos de poder, el Santo Padre ha de sufrir, será preso dentro de su misma casa.
Manuel: Veo horribles creaturas, negras altas y flacas, con colas y cuernos que merodean por unos pasillos que me imagino son los aposentos del Santo Padre, muchos traman algo maligno contra él.
La Santísima Madre dice: Habrá persecuciones, presiones, destrucción, no solo para el Santo Padre, sino para todos aquellos que sigan fielmente al mandato de Jesucristo y sean obedientes al magisterio del Papa. Dentro de lo más profundo del Vaticano hay sectas masónicas que estarán imposibilitando los pedidos por Jesús y María al mundo y a la Iglesia.
Existen muchos cardenales contra cardenales, obispos, contra obispos, muchos sacerdotes y obispos van por el camino del mal llevándose con ellos miles de almas, con sus ejemplos hacen que muchos pierdan la fe y odien a la Santa Madre Iglesia.
En este tiempo quien honre y ame a Nuestra Señora sufrirá mucho, muchos serán muertos y otros humillados, mientras que en el mundo esté un reino mundial sacrílego (Romanos 12, 2) y blasfemo, reino ateo y apostata, muchos dejaran su fe por el bienestar y amor al dinero, cuantas almas se olvidarán de DIOS.
He aquí una gran señal, como el colapso de dos planetas, como la luz de una estrella que será visto y sentido por todos, espiritualmente.
Cada alma, esencia, y conciencia, vera todo lo malo que han hecho (1 Corintios 4, 5), hacen y harán en un futuro. Cada alma sentirá vergüenza y dolor por el pecado visto como lo ha visto DIOS Nuestro Señor.
Muchas personas morirán físicamente de pena moral y otros se desesperarán (Apocalipsis 6, 16). Los verdaderos hijos de María sufrirán también, pero para ellos no será destrucción, sino una purificación. Después de esto, habrá grandes milagros en los Santuarios Marianos, lugares de grandes manifestaciones de DIOS.
Pero si el mundo sigue igual y no cambia, entonces la Divina Justicia caerá, será la imposición obligatoria de la marca de infernal (Apocalipsis 13, 17), la destrucción de todo lo que sea cristiano, aparecerá el anticristo a dominar la tierra.
Dos grandes profetas surgirán del Corazón de Nuestra Señora: Enoc y Elías, que predicarán en el mundo la enseñanza de Jesús (Apocalipsis 11, 3), ellos serán martirizados y su sangre clamará a la Corte Celestial y entonces vendrán los tres días de oscuridad (Isaías 60,2) y tinieblas.
¡Ay! de aquellos que se atrevan a dejar sus hogares, que antes de todo esto, deben ser consagrados como santuarios familiares.
Cada casa y familia tendrá que ser consagrada a los Divinos Corazones Unidos y deberán tener objetos benditos. Las velas benditas duraran los tres días.
En el último y tercer día, vendrá Sn. Miguel Arcángel con todos los Ejércitos Celestiales y vendrán alzando su voz:
¿Quién como DIOS?
¡Nadie como DIOS! (Apocalipsis 12, 7)
Contestarán las huestes celestiales y una lucha se desata, donde el triunfador es DIOS. En el poder de Sn. Miguel Arcángel los demonios serán destruidos: Satanás, el dragón rojo, el falso profeta, serán atados y arrojados a los abismos del infierno (Apocalipsis 12, 9).
Y, he aquí, una gran señal, una Mujer vestida de sol, con un manto azul profundo y una corona de doce estrellas, la mujer abrigaba a la Iglesia con su Santísimo Manto.
Manuel: Luego veo la Iglesia vestida como una novia, de todas las vírgenes, la más hermosa (Apocalipsis 19, 7). Veo al Santo Padre reinando con humildad, viviendo en austeridad, guiándonos con las enseñanzas de Jesús y María.
Entonces habrá un solo Pastor, un solo rebaño (Ezequiel 34, 23), esta es la gran victoria de la Iglesia.