Alabado sea al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesucristo.
Apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María:
Ser consagrado al Corazón Doloroso e Inmaculado de María, es entregarse voluntariamente, por amor, como esclavo del Señor.
Yo, san Joaquín y mi santa Esposa, la piadosa Ana, a través del Corazón de la Inmaculada Virgen, nos entregamos como esclavos del Señor.
Santa Ana y yo, somos los precursores del gran Triunfo de la Señora del Apocalipsis: el Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Desde el día que el Arcángel San Gabriel nos anunció el nacimiento de la
Reina Celestial, su Corazón Doloroso e Inmaculado ya había triunfado
¡Invóquennos! para que el Apostolado también sea un auténtico precursor del Triunfo de María. ¡Vivan los Llamados de Amor y de Conversión! para que sean verdaderos precursores del gran Triunfo de la Reina Celestial, en su Doloroso e Inmaculado Corazón.
Los bendecimos y rogamos por todos ustedes.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.