Queridos hijos, Yo Soy su Santa Madre Corredentora.
Queridos hijos, tened la paz de mi Hijo Jesús, Señor y Rey.
Hijos míos, yo soy Señora y Reina, Madre Corredentora. Mis pies pisan al pecado[1], y mi Hijo lo destruye[2], lo quita de la humanidad, pues, Él es el Cristo, vencedor de la muerte y el pecado[3].
Hijos, cuánto vuestra Madre del Cielo les ha querido demostrar Amor, y ved aquí como ignoráis mis Palabras.
Hijo, Yo he protegido el mundo de las tribulaciones, deteniendo desgracias y calamidades, pero se hacen sordos al Llamado de vuestra[4] Madre. Pero Yo os amo y no quiero la perdición de la humanidad. Yo les quiero proteger con mi Gracia Corredentora y aliviar a la humanidad en sus sufrimientos.
Queridos hijos, todo lo que ocurrirá en el universo es para llamarlos y despertaros por intercesión de la Madre Corredentora. Por eso, apóstoles míos y discípulos del Sagrado Corazón de Jesús, mi Gracia Corredentora traerá al mundo una nueva oportunidad.
Gracias por obedecer mi Llamado.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
[1] Génesis 3,15
[2] 1 Sn Juan 3,8
[3] 1 Sn Juan 5,4
[4] Eclesiástico 3, 2-3