Es mi Divino Querer que puedan comprender que el Cordero de Dios que se manifiesta en Apocalipsis, Soy Yo, el Cordero Inmaculado que quita los pecados del mundo (Apocalipsis 7, 9).
Soy el Cordero de Dios Glorificado, pero que se revela al remanente fiel, con las señales del Sacrificio. Me presento para entregar mis Llamados de Amor y de Conversión como el Cordero Crucificado en la Cruz con las Señales del Sacrificio que son mis Llagas Gloriosas, mi Sangre y Agua y mi Sagrado Corazón abierto (Apocalipsis 5, 6).
Apóstoles:
Comprendan que el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús es el Cordero de Dios de quien habla el Apocalipsis y ésta es la Devoción Cristocéntrica de los Últimos Tiempos.
Con mi Sagrado Corazón Eucarístico los bendigo en el Amor Misericordioso.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén