Querido hijo mío:
Mi Sagrado Corazón Eucarístico, al estar encarnado en tu corazón, trasmite a tu corazón, y de tu corazón al corazón de todos los que me aman, mis Llamados de Amor y de Conversión.
Nuevamente, los invito a comprender que estos son los Últimos Llamados para el Amor y para la Conversión del mundo. Es por eso que les pido centrarse en el Apostolado y en los Llamados de Amor, este es un tiempo de gracia, no lo desaprovechen, estas gracias que el Padre Tierno y Misericordioso les está enviando a través del Apostolado.
Queridos hijos:
No mezclen tanto en sus cabezas, quédense con lo más importante: los Llamados de Amor y de Conversión.
Los bendigo y con la bendición les animo a centrarse siempre en nuestra revelación.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.