El primer paso para unirse a mi Sagrado Corazón.
Querido hijito, Yo Soy, el Hijo de Dios, Jesús de Nazaret, deseo darte a conocer alma, la profundidad del primer paso, de la primera grada que subir para encontrarse con mi Sagrado Corazón abierto.
Éste primer paso es el arrepentimiento. ¿El remordimiento de conciencia? no, el arrepentimiento. Es sentir un dolor profundo de haber ofendido a un Dios tan bueno, que tanto les ama. Consiste en formar conciencia de toda falta de amor santo para Dios, para el prójimo, para sí mismo. Ese arrepentimiento les dará acceso al examen de conciencia, es decir, meditar cuidadosamente en vuestras vidas ante Dios. Es escudriñar todo el poco amor santo que han tenido, pues ha sido el no-amor el que los ha llevado a dar paso al pecado.
Como no aman a Dios, no cumplen la Ley, como no aman al prójimo le ofenden, como no se aman a ustedes mismos no se preocupan por la salvación de sus almas.
Recuerda pequeño, este paso sencillo pero profundo, el arrepentimiento. Este arrepentimiento sincero es el primer paso de la conversión.
Te amo alma. Mi sagrado corazón te bendice.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.