Queridos hijos:
Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Mi Corazón Doloroso e Inmaculado es la Gran Señal que toda la humanidad debe contemplar, para que, viendo a la Custodia Viva y Esposa del Espíritu Santo, la paz y la conversión sean concedidas a toda la humanidad.
La paz del mundo y el bien de la Iglesia han sido confiados a la mujer Vestida del Sol, el Doloroso e Inmaculado Corazón, por eso, por mis intenciones he levantado y formado un Ejército que es el Apostolado.
Hijitos míos, que la dureza y la indiferencia no gobierne sus corazones, para que sean verdaderos apóstoles del Triunfo de mi Corazón Maternal. Los amo. Los bendigo. Los llamo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.