Hijitos de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, desde este nuevo jardín para estos Últimos Tiempos, Nuestros Dos Sagrados Corazones Unidos están reparando la desobediencia del hombre y el rechazo al Amor de Dios de las criaturas.
Nuestros Dos Sagrados Corazones son los reparadores del Corazón del Padre por excelencia.
Como Nuevo Adán, Jesucristo; como Nueva Eva, Yo, María, en el nuevo jardín, el Jardín de María, estamos mostrando al mundo la señal de la Cruz: la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos.
Hijitos míos, es importante que comprendan que la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos es el llamado final de todas las obras de la Cruz. Esta Cruz mostrada a Concepción Cabrera. Esta Cruz manifestada en Dozulé. Esta Cruz mostrada en la Medalla Milagrosa. En esta misma Cruz, el Cielo hace una llamada final.
La Cruz que reina en mi Jardín es la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos, que es el signo profético del Triunfo de mi Corazón Maternal y del Reinado Eucarístico del Corazón de mi Hijo.
Esta misma Cruz es un poderoso sacramental, que todos mis apóstoles pueden y deben difundir en el mundo entero, comenzando en mis Cenáculos de Oración.
Queridos hijos, esta Cruz prepara los corazones del mundo para mi Triunfo, esta Cruz anuncia el Glorioso Reinado del Corazón Eucarístico de Jesús. Esta Cruz ahuyenta a Satanás, calamidades y desastres naturales. Esta Cruz da paz a los que con fe adoran al Corazón de Jesús.
Hijitos míos, por medio de esta Obra del Apostolado presentamos la Gran Obra de la Cruz: la Cruz con Jesús, con María. La Cruz Eucarística, la Cruz de Nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Y los bendigo con esta Cruz Gloriosa.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima sin pecado original concebida.