Yo soy San Miguel, vengo con mi espada, ves en ella este fuego abrasador; es el Fuego del Amor Divino que enciende esta espada gloriosa.
Vengo a unirme a ustedes en oración, vengo como Ejército Mariano, vengo a consagrarlos como Ejército Mariano, el Ejército que triunfará con mi guía y amparo, pero sobre todo con mi intercesión y al de la Santísima Madre.
Te doy a ti la espada gloriosa de la lucha y del amor que ha sido entregado a cada corazón.
Oren, oren y venzamos juntos a Satanás y a todos sus secuaces.
Hoy vengo en gloria y majestad, cada uno de ustedes son los apóstoles de la oración, soldados de Cristo Rey y de María, Reina del Universo.
Guiaremos hacia el triunfo a la Iglesia, vendrá por fin el triunfo a la Santa Iglesia y vendrá al fin el REINO EUCARÍSTICO DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS por medio del Triunfo del DOLOROSO E INMACULADO CORAZÓN de MARIA.
Los defiendo con mi espada gloriosa.
Los cubro con mi manto.
Los protejo con mi intercesión.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.