Mi Santo Espíritu te instruirá.
Mi Sagrado Espíritu, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, será tu baluarte en el amor. Invoca mi Espíritu. El Espíritu Santo debe ser conocido porque, junto con mi Madre, será el maestro de los apóstoles de los Últimos Tiempos. Deseo en mi amante Corazón, que conozcas al Espíritu Santo. Él, querida alma, te encenderá en el fuego de la caridad perfecta.
El Espíritu Santo es quien ha actuado en cada manifestación de mi Madre. Fue Él, quien vino con mi Madre a Cuapa, pero muchos corazones no obedecieron a mi Madre.
Ora, ora, ora para que llegue pronto el nuevo Pentecostés. Querida alma, apóstol de los Últimos Tiempos, te invito a pedir la fe, la confianza, la alegría, pero sobre todo el amor para que así, con estas virtudes, vivas dentro de mi Sagrada Voluntad.
Será el Espíritu Santo quien te enseñará[1] y ayudará a vivir mi mensaje y los de mi amada Madre.
En sus Siete Dones sé bendita, querida alma, con la presencia del Espíritu Santo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
[1] Sn Juan 14, 26