Queridos hijos de mi Castísimo Corazón, Yo estoy intercediendo por vosotros ante el Sagrado Corazón de mi Hijo Jesucristo.
Amados hijos, mi Casto y Amante Corazón se está volviendo, ahora, el camino para llegar al Inmaculado Corazón de la Mamá Celestial. Es en el Camino de San José que serán purificados, transformados, y guiados, y el Espíritu Santo mostrará a sus corazones lo que deben cambiar. Es decir, a las almas que quieran ser fieles, el Espíritu de Dios mostrará lo que agrada y desagrada a Jesús, y, así, sus corazones serán purificados de los pecados.
Es por eso, hijos amados, que el Cielo revela el Camino de San José y para que viviendo las virtudes crezcan en amor y en santidad.
Hijos, vivan en paz. Lo primero que deben hacer es controlar vuestras lenguas de los juicios, de las críticas, de las calumnias, y orar.
Pequeños, vivan en paz. No juzguen al mundo. Oren por el mundo. Conmigo vengan a este Camino Josefino y les enseñaré a amar y servir a Jesús y a María.
Lean, queridos hijos, la Palabra de Dios y practíquenla.
Les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
Lean el capítulo 4 de la Epístola a los hebreos.