La Madre Celestial vino con vestido y manto de color blanco; con sus brazos abiertos; en el centro su Inmaculado Corazón rodeado de espinas; en su mano derecha el Santo Rosario; en su mano izquierda una rosa roja.
(Visión Previa a la entrega del Llamado): La Madre mostró una Barca sobre un mar; las olas del mar golpeaban la Barca; había rayos y caía una lluvia muy fuerte; pero encima de la Barca iba Nuestra Señora.
Queridos hijos, de manera especial, les invito a que aumenten vuestra fe. Pequeños, el mundo se ha vuelto un agua turbulenta, vientos fuertes golpean a la humanidad, la tormenta es muy fuerte.
Pequeños Apóstoles de los Últimos Tiempos, Ejército Mariano, aumenten vuestra fe. La Barca de Mi Corazón Doloroso e Inmaculado está recogiendo a sus hijos y formándolos en una Gran Armada Espiritual, para vencer esta tormenta; pero unidos todos, sin distinción, sin divisiones. Unidos todos a Mi Corazón Inmaculado vencerán y triunfarán. Jesús que calma la tempestad y vence a Satanás está dentro de la Barca, como el mayor tesoro en el Santísimo Sacramento, y Él parará la tormenta. Pero primero es necesario recoger a Mis hijos, formarlos como un Ejército de Amor en una Armada Espiritual.
Todos los Apóstoles de los Últimos Tiempos escuchen Mi Llamado. ¡Únanse! Mi Corazón Inmaculado triunfará y unidos se convertirán en Hijos de la Gran Promesa de Fátima. Apóstoles de los Últimos Tiempos de Nuestros Sagrados Corazones sean uno, como Mi Corazón y el de Mi Hijo son un sólo Corazón.
¡Soy la Madre de la Preciosa Sangre de Jesús! De Mi Corazón Doloroso e Inmaculado fluyo la Sangre hacia el Sagrado Corazón de Mi Hijo y esta Preciosa Sangre les salvará. Invoquen a la Sangre de Mi hijo, vuestra armadura. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.