Mi amado Hijo Jesús, cuando escogió a los Apóstoles les miró al corazón; eran hombres necesitados, eran hombres pecadores. Pero además anhelaban la Verdad, ansiaban la Libertad y querían encontrarse con Dios. Jesús los escoge. Jesús conociendo sus debilidades, Jesús conociendo sus corazones, Jesús sabiendo sus defectos, Jesús los escoge, los llama. Y ellos se sienten amados y reconocen en Jesús, el Amor.
Jesús ha enviado Mi Corazón Doloroso e Inmaculado a reunir a los Apóstoles de los Últimos Tiempos para que Yo, como Madre, los forme, los eduque, los prepare. Jesús me ha enviado a revelar la Obra de los Últimos Tiempos, para que, desde la familia y los cenáculos de Oración, que son también una familia espiritual, se salven muchas almas, se reúna el Resto Fiel, y preparar al mundo para la Segunda Venida de Mi Hijo. Y me envía vestida del Sol, como la Aurora que anuncia la llegada de su Reino.
Hijitos Míos, escuchen Mis Llamados, escuchen Mis Enseñanzas. Lo que anuncié en Fátima, en Garabandal, y lo que anunció en Medjugorje, aquí, en Mi Jardín, en este Santuario Espiritual de los Últimos Tiempos, resuena, una última vez. Escuchen a Vuestra Madre. El que me escucha no se va a confundir, ni extraviar.
Yo los amo y les doy Mi Bendición Maternal: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.