Abran sus corazones a la verdad, confíen en las Palabras de Mi Hijo Jesús dadas a ustedes en el Santo Evangelio.
Mis queridos hijitos, pidan el Don del Espíritu Santo, no actúen a su manera humana, no tomen decisiones si primero no han consultado con Mi Hijo Jesús en la oración y en la Palabra.
Mis pequeños hijos, no actúen como el resto de los hombres, sean especiales, sean santos, perdonen y amen. Porque Satanás siempre rondará vuestros corazones para robarles la paz, para hacerles sentir que Mi Hijo les ha abandonado. Satanás es ruido y escándalo, y las cosas de Mi Hijo son silencio, paz y rectitud.
Queridos hijos, para que sean apóstoles del fin de los tiempos, actúen y vivan en la verdad, en la integridad y en la rectitud. Mi Hijo se goza en corazones humildes y no prepotentes, en corazones sencillos y no orgullosos, en corazones que callan y no escandalosos.
Queridos hijos, como apóstoles, como Mis apóstoles en este final de la era de Satanás y el anticristo, vivan en amor, en verdad, y no se contaminen por las cosas del mundo. Mis pequeños, con mi ayuda maternal y el Don del Espíritu Santo, serán auténticos apóstoles del fin de los tiempos.
Les doy Mi Bendición de Madre, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.