29 de junio del 2025 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

29 de junio del 2025 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Durante el Triduo del Amor Divino

Ruega por nosotros, Santa Madre… 

Hijos amados: 

Sea por siempre adorado el Sagrado Corazón Eucarístico de mi Divino Hijo, Jesucristo. Celebrar el misterio de mi Corazón es celebrar mi persona entera, no sólo un aspecto de Mí, sino que la conmemoración de mi Corazón da honor y amor a toda mi persona. 

Mi Corazón encierra todo el prodigio del Padre realizado en Mí. Celebrar mi corazón es celebrar a la mujer que con su talón aplasta la cabeza de la serpiente del infierno (Gn 3,14-15). Celebrar mi corazón es celebrar a la mujer a quien Jesús ha dado, como Madre, a la Iglesia. 

Celebrar mi Corazón es celebrar a la mujer que aparece en el Cielo coronada de doce estrellas y vestida de sol (Ap 12,1-9). Celebrar mi corazón es celebrar mi Triunfo.

Hijos amados, ustedes, mis apóstoles, son primicia, son los primeros hijos y los primeros frutos que celebran a la Mujer Vestida de Sol y su Triunfo. 

Hijos amados, celebrar las solemnidades de Nuestros Sagrados Corazones es celebrar a los Dos Testigos de Dios Padre (Ap 11,3). Al verbo, el Sagrado Corazón Eucarístico de mi Hijo Jesús y a su esclava, a quien hizo Madre del Hijo, mi Corazón Doloroso e Inmaculado. 

Por lo tanto, con Nuestros Sagrados Corazones, alégrense, den gracias, alaben y adoren sin cesar a Dios Padre Tierno y Misericordioso, quien ha suscitado la Pascua de los Sagrados Corazones; esta es la Pascua de los Sagrados Corazones Unidos. Que nadie se sienta excluido de este don del amor. Todos tienen una Madre y esta Madre desea conducirlos a la felicidad perfecta, a la comunión trinitaria. 

Mi pequeño Jesús-María anuncia a mis hijos que todos son amados, que todos son importantes, que todos son elegidos. 

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras necesidades, que te dirigimos en nuestras súplicas. Antes bien, líbranos de todos los peligros, oh, Virgen gloriosa y bendita. Amén.  

Llamado en PDF