Vuelvan a Mí.
Querido hijo, Manuel, siente mi Amor al pronunciar tu nombre. Así llamo a cada criatura. ¡Oh, hijo derrite tu corazón en el Fuego de mi Amor!
Llamo con dulzura a cada hombre, cada criatura, pues Yo Soy Dios y Dios es Amor. Dejen que su alma se deje amar por Mí y así cada alma me reconozca, cada corazón me pertenezca y a cada uno, Yo, su Dios, les amo y les pido que vuelvan a Mí con sus corazones puros. Vuelvan a Mí con lutos por sus pecados.
Miren como tratan al leño verde. ¡Oh leño seco!! cómo serás tratado, con la misma vara que has medido la Corte de mi Reino te medirá. Acérquense a Mí sin demora, mi Corazón es para todos.
Unidad, unidad, unidad de todas las iglesias bajo mi Eterna Guía. El Pedro de mis corderos, el Pastor de mis ovejas, ahora, es el Santo Padre Francisco quien los guía a la Luz y la Verdad.
¡Ámenme, pueblo mío! sacrificio, ayuno y penitencia, consuelo y adoración espero de mis hijos.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.