29 Marzo 2018 – Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María

29 Marzo 2018 – Llamado de Amor y Conversión del Corazón  Doloroso e Inmaculado de María

Mi Corazón de Madre es también Corazón Eucarístico, porque Yo fui el Agua y la Harina por medio de las cuales el Espíritu Divino hizo a Jesucristo. Mi Sangre Su Sangre, Mi Carne Su Carne, Mi Corazón moldeo el Suyo.

Yo fui entonces el Primer Altar donde Jesús Víctima y, a la vez, Sacerdote, se ofreció al Padre no sólo en la Cruz, sino desde la Encarnación, Él se ofreció, por medio de Mí, al Padre.

El Sumo y Eterno Sacerdote, desde el momento de la Concepción, ejerció su Ministerio Sacerdotal, ofreciéndose, en el Altar de Mi Vientre, al Padre Santo, para reparar la caída del género humano en el pecado.

Y cada sacerdote es otro Cristo y entonces el Espíritu me hace Madre Sacerdotal, porque también estuve ofreciendo al Padre la Primera Comunidad Sacerdotal, los Apóstoles reunidos en Pentecostés.

Y por medio de Mi Corazón, el Espíritu Santo los llenó de Su Fuerza y de la Unción para que ejercieran el Ministerio Sacerdotal de Jesús. Ministerio que ya Mi Hijo en la Santa Cena de la Eucaristía les entregó, pero que también por miedo lo habían opacado, pero el Espíritu Santo por medio de Mi Corazón de Madre, Eucarístico y Sacerdotal, los llenó de la Fuerza de lo Alto para continuar el Sacerdocio Único de Jesús y elevar el Sacrificio Único que se perpetúa a través de los tiempos en el Santo Sacrificio de la Misa.

Por eso, queridos hijos, oren por el Don del sacerdote, el sacerdote es un Gran Milagro porque eleva al Cordero de Mi Hijo para que no caiga la Ira del Padre.

Oren para que Mi Resto Fiel tenga muchos y santos sacerdotes. Y tú, pequeño hijo, las tres espinas que tu Ángel Custodio puso en tu cabeza, junto al dolor, ofrécelos para reparar por aquellos que ya no creen en la Eucaristía, para reparar por aquellos que ya no creen en la Confesión, para reparar por aquellos que ya no creen en el Ministerio del Sacerdocio.

Queridos hijos, los invito a hacer oraciones de reparación y de intercesión por los sacerdotes.
Ofrezcan el Cenáculo de Oración que Nuestros Sagrados Corazones les han dado, también por los sacerdotes de todo el mundo.

Como Madre de Jesús Eucaristía, como Madre de Jesús Sacerdote les doy Mi Bendición.
Un Mandamiento nuevo les da Mi Hijo, que se amen como Él los ama.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen.