Apóstoles de mi Sagrado Corazón Eucarístico. Yo Soy Jesucristo Sacerdote, Víctima y Rey.
Y este Cordero está llegando a la humanidad como el Sagrado Corazón Eucarístico para renovar la fuerza de mi Iglesia. Para curar las heridas de mi Cuerpo Místico por todo el mundo, y para hacer reinar en toda la humanidad al Santísimo Sacramento del Altar: El Reino de mi Sagrado Corazón Eucarístico. Y para este Reino Eucarístico, por medio de mi Obra Magna estoy reuniendo a todos mis corderos sacerdotales.
Por medio de mis sacerdotes y cuando ellos abran el corazón a los Llamados de mi Corazón Herido mostraré mi gloria sacerdotal a ellos, y por medio de ellos, a los hombres.
Será un gran prodigio para el Reinado de la Eucaristía que, con esta Obra, estoy preparando. Sacerdotes, religiosos y religiosas y todos los bautizados están siendo reunidos por mi Madre y por Mí, como la gran multitud que lava sus vestiduras con mi Sangre Eucarística.
Los amo. Los amo con amor de Eucaristía.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.