Hijos de mi Sagrado Corazón, realmente presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Ser apóstol de mi Sagrado Corazón Eucarístico, es ser apóstol del Sacrificio de la Eucaristía, ser apóstol de la Cruz, del Calvario, de mi Pasión Dolorosa.
Ser apóstol de mi Sagrado Corazón Eucarístico, es ser apóstol del Cordero Degollado del Apocalipsis (Apocalipsis 5, 6).
Almas, escuchen a este Cordero, que está reuniendo por medio de mi Apostolado a todos los apóstoles de los Últimos Tiempos.
No sean indiferentes a Nuestros Sagrados Corazones Unidos, no sean indiferentes a nuestras Apariciones en este bendito lugar. No sean indiferentes a los Últimos Llamados de Amor y de Conversión.
La indiferencia ha endurecido el corazón del mundo, reparen con su escucha, con su obediencia y con su amor, la indiferencia de la humanidad.
No rechacen más nuestros Llamados de Amor y de Conversión.
Los bendigo con mi Sagrado Corazón Eucarístico.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.