Soy su Dios Trino y Uno
Amado hijo:
Soy la Santísima Trinidad, soy su DIOS Trino y Uno.
Para que el Fuego del Amor Divino ingrese en cada alma y puedan entregar sus pecados, deben abrir sus corazones para que entremos y cenemos (Apocalipsis 3, 20) con ustedes y así purifiquemos sus vidas y su interior.
Ámenme y ámense (1 Pedro 1, 22) con el Fuego del Amor Divino.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Comentario de Manuel de Jesús:
El Fuego del Amor Divino entonces ahora se convierte en el Fuego de un nuevo Pentecostés.