¡Viva, Jesús! ¡Viva María!
Estos dos sagrados nombres guiaron mi misión en la vida: ser fiel a la Iglesia y proclamar el Reinado de Jesucristo.
Queridos apóstoles, sean celosos por el Reino de Jesús y de María. Que María triunfe en sus corazones, renunciando a ustedes y viviendo los Llamados de Amor para que sus obras, y los frutos de sus obras, sean testimonio del Reino del Corazón del Esposo Divino.
Levanten los Estandartes para Gloria de Dios, y anuncien que el Reino de los Sagrados Corazones de Jesús y de María está llegando.
Bendita las almas que reciban este Reino. Oren para que puedan comprender la Obra de Dios a través de este Apostolado, que es el Ejercito de Jesús y María.
Yo santa Juana de Arco intercedo por ustedes para que sus corazones sean abrasados de Amor Divino y sean verdaderos apóstoles de los Sacratísimos Corazones.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.