Consúmete en mi presencia.
Siente los impulsos de mi Sagrado Corazón en tu corazón. Son impulsos, son deseos de amor. Amar a Dios con toda tu vida, con toda tu mente, con todo tu corazón, es decir, Manuel de mi Corazón, entrega tu vida en una continua alabanza y sacrificio. Crucifícate conmigo para la salvación de muchas almas, que tu pequeña vida sea oración, sacrificio, penitencia.
Hijito, ama al Señor, tu Dios. Te amo y te bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.