Mi Sagrado Corazón llama a sus hijos, para que adoren, reparen y consuelen.
A Santa Margarita le mostré mi Sagrado Corazón para renovar la devoción a mi Corazón incendiado de amor. Pero ahora vengo, nuevamente, a mostrar mi Sagrado Corazón, pero con todos los atributos humanos y divinos con los que el Padre ha adornado mi persona. Es mi Cuerpo Crucificado derramando la Preciosa Sangre, pero también es la Misericordia, es el Amor; y todo tiene su centro en la Santísima Eucaristía, porque ésa es la devoción auténtica a mi Sagrado Corazón.
Adoren mi Corazón que está realmente en la Santa Hostia, es mi Corazón transformado en pan para que lo coman, para que esté en sus entrañas y puedan unirse, en espíritu y en verdad, a Mí.
Aquí retomo el mensaje que di a Santa Margarita, aquí lo renuevo, aquí lo actualizo y aquí lo recuerdo una última vez, para el bien del mundo. Aunque sea al final un pequeño grupo de almas que permanezcan fieles, Yo llamo a todos los hombres a la conversión.
Yo les amo y les doy mi bendición misericordiosa.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
