El 4 de mayo de 2008 fueron aprobadas por la Iglesia las apariciones de Nuestra Señora de Laus, Francia.
Vengo como Madre de la Reconciliación y el Refugio de los pecadores.
Pequeñitos, abran sus corazones al Amor de Dios, y descubran a través del silencio, de la oración y del perdón, la presencia viva de Jesús en ustedes.
He traído mi mensaje al mundo, para que toda la Tierra escuche mi voz y mi Llamado, pero la humanidad ha sido indiferente a la voz de Dios y de su Mensajera, vuestra Madre. El mensaje que les doy es un mensaje a la reconciliación, al perdón, al amor.
Es necesario, queridos hijos, que mediten mis mensajes, porque a través de los Llamados de Amor y de Conversión que les doy, haré un último repaso de todas mis palabras y consejos maternales, dados a la humanidad desde: Laus, La Salette, Fátima y los Llamados de Amor y de Conversión.
Quiero invitar a la reconciliación; atiendan mi mensaje, que es por vuestro bien; vivan mis mensajes con amor.
Les doy mi bendición maternal.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.