Mi Sagrado Corazón Eucarístico siempre se ha manifestado a la humanidad para enseñar a los hombres mi Amor Misericordioso.
Amados hijos:
Nuestras revelaciones privadas siempre han estado al servicio de mi Iglesia y con el único fin de propagar el anuncio del Evangelio.
Realmente, apóstoles míos, las revelaciones de Cielo han sido pocas y estas verdaderas revelaciones se reúnen en mis Últimos Llamados de Amor y de Conversión.
Las auténticas revelaciones de nuestros Santísimos Corazones son transmitidas, una última vez, por medio de estos Últimos Avisos a la humanidad. También, cuando se dispersan de mis Llamados de Amor y de Conversión hacen entrar a mi Corazón, nuevamente, a Getsemaní.
Queridos hijos:
Es urgente que centren sus vidas en el Espíritu de mi Apostolado. Que, con su amor obediente reparen también por tantos falsos profetas y sus falsas profesías y que escuchen nuestros últimos llamamientos a la conversión.
Mediten en el Capítulo 6 del Libro del profeta Isaías.
Con mi Sagrado Corazón Eucarístico los bendigo para despertarlos del letargo y la distracción y escuchen nuestros Llamados de Amor.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.