Amados apóstoles de Mi Sagrado Corazón, cuando reverencian Mi Preciosa Sangre reverencian el Precio de su Salvación; cuando adoran Mi Preciosa Sangre adoran Mi Sacrificio en la Cruz del Calvario; cuando se sumergen en Mi Dolorosa Pasión, a través de la oración, viven de Mi Infinita Misericordia.
Pensar en Mi Dolorosa Pasión, reflexionar en Mis Sufrimientos, adorar Mi Muerte de Cruz, se abre para el mundo una Fuente Insondable de Misericordia. Por eso, es necesario, pequeños Míos, que piensen más en Mi Dolorosa Pasión, meditando en Ella, en los relatos del Santo Evangelio, y comprenderán en Mis Sufrimientos el Gran Amor que tengo por los hombres.
También es un deseo de Mi Sagrado Corazón que el Inmaculado Corazón de Mi Madre sea exaltado y glorificado, proclamándola Corredentora de los hombres y Mediadora de toda Gracia; cuando el dogma de la Corredención de Mi Madre sea proclamado se le dará a la humanidad y a toda la Iglesia una Era de Paz y de Amor.
Oren por las intenciones de Nuestros Sagrados Corazones. Les ama Mi Amor Crucificado. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.