Queridos hijos, deseo encender en ustedes el amor de sus corazones con la Llama de Amor de mi Corazón Inmaculado, para que reciban esta gracia de amor, y amen más a mi Hijo y se amen, en caridad fraterna, entre ustedes.
Recuerden, pequeñitos, que en el Purgatorio se expía la falta de amor a Dios, a los hombres. ¡Ustedes amen! Al final de su peregrinación en la tierra se les revisará en el amor.
Pequeños, recuerden el mensaje de Fátima: No ofendan más al Señor, que ya está muy ofendido. Mi mensaje de Fátima es un mensaje de Reparación. Por eso, pequeños: ¡Penitencia! ¡Penitencia! ¡Penitencia! ¡Consuelen a mi Hijo! Con sus sacrificios y oraciones consuelen a Jesús. ¡Oren y velen! No se queden dormidos por las falacias de satanás, sino que acompañen a Jesús, adoren a mi Hijo en el Sagrario, no se cansen de orar.
Pequeñitos, no se cansen de orar. Les invito a la oración reparadora. Les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.