Mi humanidad aún hoy.
Querido hijo de mi Sagrado Corazón: Escribe mis Palabras para el mundo. La humanidad cree que Yo no existo y qué, si existo, estoy lejos de vuestra realidad humana.
Cuando un hombre sufre, Yo sufro en él, porque él tiene parte de Mí. Cuando un alma llora, Yo lloro con esa alma porque es luz de mi Sagrado Corazón, es decir, una lámpara en el cual reflejo mi Luz, así como el sol a la luna.
No estoy sentado en el Trono de Gloria mientras veo como el mundo sufre y llora.
Mi Sagrado Corazón es humano y ahora, después de mi Resurrección, glorificado. Recuerda creación que Soy el Hombre-Dios que ha sufrido como ustedes. Hombre-Dios que se hace limitado, humanamente, como ustedes.
Pero sabes, mi pequeño, que lo que me fortaleció, me sostuvo, que me guió, fue el Divino Espíritu Santo; a quien les he enviado para que sea vuestro Consolador, quien les guie al pleno conocimiento de la Verdad. Por eso, aquellos que duden de mi manifestación gloriosa en tu alma y todas las almas que Yo escojo, pecan, porque no creen en la acción santificadora del Espíritu Santo en estos Últimos Tiempos. El Divino Espíritu Santo les guiará, los llevará a la verdad, les enseñará y preparará.
Cada Palabra de Dios a Israel, fueron acogidas por muchos y también rechazadas por otros. Clamen al Divino Espíritu que guarde vuestros corazones, para que el demonio no entre en sus corazones y arrebate mis Palabras, como lo hace con muchos que confían en su humanidad y esfuerzo, y no en la asistencia de la Gracia. Por eso, hijo, el mundo, hoy, aún lejos de su propósito y misión.
Tú clama por un Nuevo Pentecostés para que Dios Espíritu Santo guie a la humanidad, guie al conocimiento pleno de Dios. Dios que será descubierto con el auxilio del Espíritu Santo. A la humanidad le hace falta conocer al Espíritu Santo.
En mi Sagrado Corazón que te ama, se bendito.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.