‘Hijos míos, estoy clamando’.
Queridos hijos:
Estoy clamando, quiero conversión y paz para sus almas, mientras el mundo cierra su corazón a mis Llamados ustedes ábranse a mis gracias de amor y Yo los guiaré hasta mi Hijo Jesús. Y así serán mis soldados, soldados de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, que brillará sobre cada uno de nosotros para que derrotemos juntos al adversario.
El tiempo apremia mis niños, hoy los llamo a la conversión, a la oración, a la paz, a la penitencia, al sacrificio, pero sobre todo al amor, amor hacia mi Hijo Jesucristo y amor hacia sus hermanos.
Os amo y bendigo con mi ternura maternal. Soy su Madre del infinito amor.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima sin pecado original concebida.