Mi pequeña nada:
Aún sigo mostrando el amor misericordioso de mi Sagrado Corazón Eucarístico como un Don de mi misericordia infinita para con toda la humanidad
He revelado la Devoción no sólo del Final de los Tiempos, sino la Devoción de Todos los Tiempos.
Devoción profetizada por mi Padre Misericordioso cuando anunció a la Mujer y al Fruto de su Vientre.
Devoción profetizada por los santos, patriarcas y profetas:
La Virgen que sería Madre del Mesías esperado.
Devoción, obra misma del Espíritu Santo cuando unió al Verbo Divino con la Madre Inmaculada.
Devoción de Todos los Tiempos.
Por eso, pequeña nada, nuestros Sagrados Corazones Unidos sólo vienen a cumplir, a través de la Obra Magna, todas las profecías:
El Triunfo de la Mujer Vestida del Sol y el Reinado del Cordero Eucarístico.
Te amo y te bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.